Bárbara Figueroa, presidenta de la Central, explicó inicialmente que “cualquier medida que el Gobierno quiera plantear en materia de desconfinamiento, o planes paso a paso de retorno a las labores, tiene que ser entendiendo que hoy día no contamos con las condiciones de seguridad y salud laboral (…) que resguarden las garantías mínimas para evitar los contagios”.
Por ello el documento establece que para avanzar hacia el retorno laboral se necesita un “marco general de derechos y obligaciones, que contenga instrucciones urgentes en materia de fiscalización laboral, información clara, orientaciones específicas, medidas concretas y protocolos obligatorios para cuidar la salud y la vida en el ámbito laboral”, y para esto recoge lo que ha sido el mandato y experiencia internacional en esta materia.
Sobre las recomendaciones ante la realidad chilena, el plan integral busca “garantizar seguridad y salud en el trabajo, asegurando el rol de fiscalización, evitando los abusos laborales, generando la estabilidad laboral necesaria y protegiendo el empleo que es un elemento clave”, destacó la presidenta de la CUT, quien enfatizó que Chile pasa por una crisis de empleabilidad crítica, por lo cual todo plan de desconfinamiento debe también hacerse cargo de dicha situación.