El tango dice que 20 años no son nada, pero sí lo son 50, es medio siglo, es un período que, en en caso del colega, Julio Cornejo Aliste, está llenó de historias, sacrificios y logros. Un camino largo que inició muy joven, en 1972, siendo casi un niño en la Casa Matriz de BancoEstado, donde en la cuadrilla de aseo comenzó a forjar sus sueños.
No fue un período fácil para la historia de Chile, eran años de una fuerte polarización, incluso en el Banco y fue testigo de eso. Llegó el año 1973 y observó en primera línea como el país que conocía, cambiaba. Y lo observó desde diversos puntos de vista, porque a poco de ingresar a la institución, fue llamado a realizar el servicio militar, donde pudo darse cuenta del dolor y sufrimiento de miles de compatriotas.
Pero volvió, dos años después, al Banco, y siguió creciendo, madurando, forjando un carácter y una familia, siempre guiado por la idea de desarrollarse, y lo hizo estudiando, entregando lo mejor, respondiendo a cada desafío, con seriedad y responsabilidad y con una característica muy suya: Las ganas de aprender. 
Aquel joven de la cuadrilla de aseo, se hizo hombre y comenzó su periplo al interior de la institución. Fueron muchos los cargos, las sucursales, las regiones, experiencias buenas y malas, pero de todo aprendió y lo mejor, dejando una huella de profesionalismo y humanidad. Siempre leal, y no sólo con los demás, sino que leal consigo mismo, con sus orígenes, con su familia, y eso vale mucho más que todo.
Cumplió 50 años en el Banco, una vida, medio siglo. Es el trabajador con más años en la institución, pero no sólo merece un reconocimiento por eso, sino por lo que representa, por su ejemplo. Gracias Julio por tanta entrega, tus compañeros, amigos, todos, valoramos lo que has dado en estos años. Luego vendrá el descanso, la pesca, la jardinería, dos pasiones que te esperan y que pronto desarrollaras con toda la calma del mundo, siempre guiado por tu espíritu de superación, entrega y sacrificio.
